sábado, 14 de julio de 2018

14 de julio

Hoy debería escribir siete páginas de mi tesis pero no me han dado ganas. Tengo una entrega para el miércoles y confío en que de alguna manera podré compensar mañana, el lunes y el martes. A lo que salga.

El tiempo ha mejorado y estas últimas semanas no he odiado tanto a Chile. Cada retorno desde España es duro, la realidad chilena es muy triste. Los primeros partidos del mundial los vi en España, luego he continuado en Chile y no soporto a los relatores, salvo uno de TVN. ¿Cuando Chile se volvió tan flaite? ¿Cuando dejamos de decir que alguien "lo hizo bien" y empezamos a decir que "la hizo"? ¿De donde viene eso de "apañar"? De un momento a otro me han empezado a incomodar cosas que antes no eran problema. Quizás sea que estoy más viejo y mañoso. Encuentro que es el colmo hablar sin modular. Tampoco me gusta esa voz rasposa que predomina en las clases bajas, como la de un relator de apellido Palma, que parece ser muy famoso por acá.

En todo caso esos son detalles. Como también lo es también que un comensal ponga el codo arriba de la mesa, que la gente no se saque los abrigos al entrar a un espacio cerrado o que alguien se meta el cuchillo en la boca. ¿Por qué hay tanta gente tan agresivamente maleducada? Actualmente mis interacciones son limitadas y trato de estar con gente que sé que no me provocará esos malos ratos.