De alguna forma me siento viejo. Es super raro, debe ser la llamada crisis de los cuarenta. Como que hasta hace unos meses sentía que podía hacer mil cosas y ahora el tiempo está corriendo en contra. Pero tengo un plan, terminar mi tesis doctoral. No sé bien para que, no sé bien donde estoy, ni siquiera sé con quien quiero estar. No sé nada salvo que tengo esta sensación de que en un momento la ruleta dejar de girar y la voluntad queda congelada.

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Lo siento, María

María. Lamento no haber tenido un plan para cuando te volviese a ver. Ni siquiera te fui a saludar en cuanto te vi. Eras una de las razones para volver a esta ciudad y me costó reconocerte.

Luego me acerqué a ti y caminamos por un rato. Me gustaría conocerte mucho más. Por ahora sé que no te gustan los perros chicos, que estás sola en Paris y que este fin de semana celebrarás las fogatas de San Juan. Me pregunto si me debí haber hecho el invitado. Me pregunto si te debí haber seguido cuando te bajaste. Me pregunto si hablabas de mi cuando te referías a alguien que quería ligar y lo hacía mal.

Yo lo siento. Quizás fui bloqueado por otra compañera. Si yo fuera otro tipo de hombre habría estado tirando con ella. Pero me aseguré que entrase en su edificio. Y pienso en ti. Soy el mejor tipo de hombre que puede existir. Me gustaría conocerte más.

En la farmacia

La farmacéutica fue muy amable conmigo. Conversamos un rato. Estudiamos en la misma universidad. Me regaló una muestra de protector solar, además del que compré. Es muy bonita. Me entregó la boleta mostrándome que la tinta se notaba poco. Eso no era así. Debería haber notado su nombre? Carmen. En una semana me habré ido de esta ciudad. No quiero.

Quiero liquidar todo en Chile y venirme a vivir acá. Eso sería muy bueno.