sábado, 30 de diciembre de 2017

Adiós o por qué hay que irse de Chile.

Es el penúltimo día del año. Ayer enterramos a mi padre. Ayer fue el último día que trabajé. El papá murió hace cinco meses. Yo casi cumplo cinco años en mi trabajo. Renuncié. Es segunda vez que renuncio a un trabajo. Soy todo un millennial. Literalmente tenía trabajo asegurado para toda mi vida. Pero ya no aguanto este lugar. Chile se ha vuelto horroroso.

Para todos quienes tengan la posibilidad de irse del país, los conmino a ello. Espero equivocarme pero cada día me convenzo más de que la sociedad chilena se está desmoronando. No tengo voz pública para siquiera padecer del síndrome de Casandra, pero dejo este testimonio anónimo en la red:

Chile, 2017. Cada día hay más violencia. La gente vive en un estado de permanente enajenación. No hay control de impulsos. No hay lugar seguro. Estamos rodeados de gente pusilánime. La mayoría de la población vive en en condiciones de semi-esclavitud. Los sueldos son de miseria. 

La gente está acostumbrada a vivir así. Hemos contratado trabajadores en el campo y todos se han ido, extrañando a sus patrones que los maltrataban o ni les pagaban. Nuestra idiosincrasia exacerba el abuso y el sacrificio. La gente piensa que la abnegación es algo bueno. No saben que significa negarse a uno mismo. 

Me cuesta escribir sin recurrir a las palabras que mis tías, que son enfermas de momias, usarían. Las palabras que usa buena parte de mi familia y que son comunes en la gente como uno. No deberían ser de lo mejor el clasismo, racismo e ignorancia supina que exhibe la clase alta chilena. No los aguanto ni a ellos ni tampoco a los rotos, todos son maleducados. Los siúticos son la peor especie sobre la Tierra. Han encontrado en Chile una tierra propicia. 

Chile podría ser una copia feliz del Edén pero la gente de acá es de lo peor. Desde niño fui considerado una especie de príncipe. Bien educado, con tutores de lujo. Bien vestido. Admirado y querido. Todos quienes compartieron conmigo alabaron siempre lo que llamaban don de gentes. Efectivamente, siempre he tratado igual al rico y al pobre, si son virtuosos. Representaba la imagen popular de un príncipe europeo. Rubio, blanco, esbelto. Sin ninguna de las taras físicas de los Habsburgo. Todo lo que imaginaban debiese ser un príncipe sajón. En fin, son expresiones reales que tuve que oír durante mi vida en Chile. 

Pero el país, cada vez menos nuestro país, se está desmoronando. La emergencia de toda una clase social que hace del mal gusto una vocación ha derruido cualquier posibilidad de entrar a la modernidad. Hay violencia por doquier. La gente está increíblemente irascible. Desde mi posición hice todo lo que pude para mejorar las cosas. Sentía que era una especie de responsabilidad. Pero del fracaso de mi esfuerzo concluyo que no valía la pena. 

Siento vergüenza al ver cómo se sobrevive en el país, de ver como la pobre gente aguanta una jornada de trabajo de las más largas del mundo. Con sueldos de hambre y sacando la vuelta. He tratado de encontrar una explicación a costumbres tan extrañas como llegar al trabajo a tomar desayuno. Eso se hace en la casa. Quizás es porque la gran mayoría de pobres que han podido estudiar y ser profesionales se acostumbraron a llegar a tomar desayuno en el colegio. Han destruido las instituciones y no saben que es imposible vivir en un país decente sin ellas. 

Queda poco tiempo para que empecemos a enterarnos de secuestros express. La droga carcome toda la sociedad y todos son cómplices. Desde los narcos poblacionales hasta miembros del Poder Judicial, pasando por las policías y las fuerzas armadas. La corrupción es transversal en la sociedad. Nos enorgullecemos de que nuestros carabineros no aceptan coimas. ¿Cuanto durará esa sensación? ¿Si el pobre carabinero que gana un par de pesos al mes se da cuenta que su Alto Mando ha robado millones de dólares, seguirá sintiendo el deber de ser honesto?

Las amenazas para Chile son:

- Idiotez generalizada: Ya no miro televisión y las pocas veces que debo padecer frente a un canal nacional siento que quedo más tonto. Nada es relevante, todo es un circo de lo ordinario. 

- Narcotráfico: El presidente de Bolivia, indio de mierda, es el líder de los cocaleros. Bolivia produce el 15% de la cocaína del mundo. Perú, el 32%. Esos son nuestros vecinos y Chile es un gran consumidor de drogas. Además aprovechan nuestros puertos para sacar la droga. Deberíamos legalizarlas. El mayor problema generado por el narcotráfico no es el consumo sino la corrupción que genera. Los traficantes empiezan a moverse en un mundo paralelo, entre las sombras, comprando voluntades y pervirtiendo a la población. Eso se expande hacia otras esferas de la sociedad, cruza a la política, a las policías, a los municipios. No hay voluntad para enfrentar el problema. Ya se ha sabido de alcaldes vinculados a los narcos. Luego se sabrá de ministros, diputados, senadores. 

- Desigualdad social: La gente de Chile se identifica mediante la negación del otro. Nadie existe por sí mismo, sólo en comparación a la capacidad de abuso que tiene sobre los demás. La bondad es cada vez más escasa en esta tierra. Personas macabras como Axel Kaiser, Sergio Melnick o Fidel Espinoza no tendrían cabida en ninguna sociedad civilizada. Kaiser es financiado por Nicolás Ibáñez, un maricón que le pegaba a su mujer. Pero de eso no hablamos. Nadie se escandaliza de que los Matte hayan salido impunes de la colusión del papel. Son gente tan bien que a uno de sus herederos lo eligieron presidente de la SOFOFA. Los jueces del Tribunal de la Libre Competencia actuaron como unos ignorantes. Los abogados de Matte eran del estudio Claro. Pura gente bien, nadie va contra ellos. Así en el país en el que el 1% más rico tiene el 33% de la riqueza nacional. Tampoco hay esperanza en el otro 99%.

Hay muchas otras cosas pero ya me aburrí. Mucho por hoy.




jueves, 20 de julio de 2017

La importancia de no tener amigos.

He dejado de lado la vida social. Quizás es más apropiado decir que la he sincerado. No tengo amigos. Las relaciones sociales son por mero interés. Lo bueno de asumir esto es que se puede pedir cualquier cosa sin esperar nada. Lo triste es tener confianza en las personas, pensar que estarán ahí siquiera por la decencia de todas las veces que los he salvado. Pero en esta era solo los imbéciles se preocupan por el resto. Yo no lo haré nunca más. Que se pudran todos.

Me gustaría decir que ya no significan nada. Con algunos aún estoy de duelo, mientras que con cientos ya no tengo nada que ver. Llegará un momento en que nadie signifique algo para mi. Si alguien quiere seguir este camino, está desencantado del mundo y considera una cobardía suicidarse, estos son mis cinco consejos:

1) Una dosis de cinismo. La vida moderna implica encontrarse con personas con las que alguna vez tuviste amistad. Hoy no las odias, solo que te dan lo mismo. Por lo tanto, hay que saludar como personas civilizadas y listo.

2) Evitar cualquier conversación. Para ello es clave evitar los bares o locales nocturnos en los que las personas embriagadas se sienten con valor para acercarse a uno.

3) Eliminar sus nombres en la agenda del teléfono. Como este es un retiro cínico, siempre habrá grupos de WhatsApp de los que sería difícil salir sin provocar el acercamiento de los antiguos amigos para preguntar qué ha pasado. Eso implicaría una conversación y por consiguiente un retroceso. Pero si eliminas los nombres, evitarás saber con quien hablas y la tentación de iniciar una conversación con alguien cuyo luto aún no has superado.

4) Como en Facebook ya estás en contacto con gente que te importa y con la que nunca has tenido amistad, cerrar la cuenta es una opción que cierra puertas. Se pierde información sobre convocatorias, congresos, novedades, etc. Pero lo que sí se puede hacer es dejar de seguir a los contactos que no te interesan. No verás sus actualizaciones, no sabrás de ellos, en fin, te ayudarás a dejarlos partir.

5) Continuando con el punto anterior, recomiendo dejar de seguir a todos aquellos contactos que publiquen más de tres noticias que te perturben. Sea los que informan sobre maltrato animal, los que viven pendientes de la política, los que reclaman contra todo. Al menos esos son los perfiles que me molestaban y que ahora simplemente puedo ignorar.

Un corolario: Como ya no tienes expectativas en ninguna otra persona puedes escribir o pedirle a cualquiera lo que sea.





miércoles, 12 de julio de 2017

Planes, planes...

Con el plan A) no voy del todo bien. No corre al 100% pero algo he avanzado. Más me he distraído buscando departamentos en España, en las ciudades donde podría hacer el doctorado. Mi plan para renunciar a mi trabajo aburrido y empezar como independiente ha sido matizado. El 21 tengo hora con una psiquiatra, según mi psicóloga tengo el síndrome de burnout pero eso debe ser diagnosticado por una especialista, que pueda recetar medicamentos y eventualmente dar licencia.

Hoy apareció otra situación. Este semestre que viene sigo haciendo clases en la misma universidad de siempre Y de otra universidad me han pedido que dicte dos cursos. Estar dentro del 3% mundial en mi área parece ser bueno...¿pero en Chile? Entonces me sumo al grupo de gente que se aburre de este país. Nunca enviaría una carta al diario para contar las razones por las cuales es bueno irse de Chile. Tengo doble nacionalidad, podría vivir en cualquier país de Europa.

Pero la situación es la siguiente: Si mi plan ahora es empezar a vivir el 2018 en Europa, necesito seguir ahorrando. Para eso no me sirve renunciar a mi trabajo aburrido y lanzarme como independiente. Pero a menos que siga con medicación, no puedo soportar lo patético que es mi trabajo. Quizás la psiquiatra me encuentre para el gato y me obligue a tomar licencia, con lo que no podría hacer clases en ningún lado. El lado bueno de eso es que seguiría recibiendo el sueldo sin tener que ir a ese lugar que me apesta. El lado malo es que si me va mal con Europa, tendría que volver por acá y haber dejado plantadas a dos universidades a comienzos del segundo semestre no me apetecería.

Otra cosa que me he dado cuenta es que en realidad no tengo amigos. Actualmente, no tengo amigos. No es que sea del tipo antisocial, ni introvertido. Pero la realidad ha cambiado. Quizás yo mismo. Hubo una época en que tenía que estar cada fin de semana en distintos lugares, convivdado a distintos cumpleaños. De pronto me di la gana de empezar a no ir. Dejé de salir. Mis amigos de esa época siguieron el camino normal, hoy están casados y con los hijos ya entrando al colegio. Si coincidimos podemos salir a almorzar, tomar algo, pero estamos en distintas frecuencias. Uno de ellos está muy bien posicionado, es inteligente y además ha tenido suerte. Eso sí, en un momento de su vida necesito una cantidad importante de plata y se la presté. Tuve que cobrarle. Me carga cobrar. En eso me siento como una especie de último hombre de honor. Yo no podría deberle un peso a alguien y al mismo tiempo darme la gran vida. Eso lo hacen los rotos. Y los rotos hacen nata en Chile. Esa es otra de las razones para querer irme de acá.

Pero tampoco saco nada con odiar tanto el lugar donde nací. Si las cosas salen mal es posible que viva acá los próximos 50 años de mi vida. Si es que no vivo más, en mi familia la longevidad está en ambas ramas.

Resumiendo, tengo que terminar mi tesis antes del 16. El 21 iré a la psiquiatra. Esté a lo que ella determine. Puedo hacerlo.


sábado, 1 de julio de 2017

Sí, prefiero vivir.

Me han descubierto. Entre no existir y estar vivo prefiero lo segundo. Un punto clave a favor de ella, me hizo ver muy bien que no es que quiera dejar de existir, sino que no que me gustaría estar existiendo de otra manera. Hagamos cuenta que tengo méritos pero que no me satisfacen.

Si he destacado en muchas áreas y no estoy conforme, la duda es saber qué me gustaría hacer, dentro de las opciones lícitas por cierto. Y llego hasta acá. Tengo que terminar mi tesis, ya ni sé para que. Pero bueno, podría intentar con estos planes e ir asumiendo a medida que resulten o no las oportunidades

a) Defiendo mi tesis en septiembre.
a.1) En 2018 postular a un PHD fuera de Chile con beca del Estado chileno: Harvard (via LLM), Yale (via LLM), NYU (via LLM), Tulane, UCLA, Emory; Ediburgh, Glasgow, Aberdeen. En Escocia, atento al SAAS.
a.2) Postular a un doctorado en España con financiamiento propio.
a.3) Postular a un doctorado no presencial, puede ser en Aberdeen o en Valencia, ver costos.
a.4) No hacer un doctorado (escenario b)

b) No hago un doctorado:
b.1) Me dedico más a mi trabajo y acepto la realidad de vivir en Chile.
b.2) Sigo viviendo en la casa familiar hasta que tenga plata para comprarme una casa o departamento al contado.

c) PERO:
Si hago el doctorado tengo la oportunidad de encontrar trabajo en España como profesor universitario. Si vendemos algunos de los bienes que tenemos en Chile podría volver a Europa con algo más de 200.000 euros en el bolsillo. Eso sería suficiente para:
c.1) Comprar un par de pisos y arrendarlos a estudiantes Erasmus, en ciudades universitarias como Valencia.
c.2) Comprar un piso donde vivir.
c.3) Estando en España puedo ver si estoy en condiciones de trabajar como abogado o como profesor universitario.
c.4) Averiguar cuanto impuesto tendría que pagar por llegar a España con plata.

Este programa tiene una vigencia de cinco años. Hasta que cumpla 43. Si a esa edad sigo en Temuco, uso los ahorros que de todos modos tendré, conoceré una mujer nacida entre 1987 y 1991 (soltera que andaría por los 35-31 años), nos casaremos, tendremos un par de hijos, los criaremos bien y estaremos juntos hasta que la muerte nos separe.

En conclusión.
Julio: Terminar tesis. Defensa a fin de mes o en septiembre según disponibilidad del profesor.
03: Enviar avance de tesis.
04: Corregir pruebas y subirlas a intranet. Fijar prueba de recuperación de mis estudiantes para el 13 de julio.
Conseguir licencia médica del 17 al 21 de julio si hace falta.
Tomar exámenes de repeticiónel 26 de julio.

Agosto:
Trabajar y afinar la tesis si fuese necesario.
Empiezo con clases del segundo semestre.
Repasar alemán o inglés.
Ordenar la continuidad de la oficina.

Septiembre:
Defender tesis.
Pedir vacaciones. Días administrativos. Viajar a Europa para el 18, si es posible.
Inscribirme doctorado en España

Octubre:
Renunciar al trabajo a contar de 1 de octubre.
Seguir con las clases.
Empezar a buscar clientes y cobrar honorarios adeudados.

Noviembre:
Dar el TOEFL y la prueba de suficiencia de alemán.



viernes, 31 de marzo de 2017

Locas de mierda

Ayer tuve una de las experiencias más raras de toda mi vida. Hoy he desinstalado Tinder. La historia pudiera haber sido entretenida hace unos años atrás, pero esto ha sido muy jodido. Todo empezó con un match. Tengo decenas pero usualmente nunca saludo a las minas. Pienso que hay que estar bastante mal en la vida para andar buscando algo con aplicaciones así. Bueno, la última especie de relación que tuve nació con una aplicación parecida, pero yo era un extranjero así que realmente no tenía posibilidad de conocer a alguien.

En esta ocasión, la mina me habló con insistencia. Me dijo que me ubicaba y era efectivo. Sus fotos eran normales, sé que no era muy buena porque me habria acordado mejor de ella si hubiese sido rica. Pero que va, hace rato que no salía con alguien y podríamos pasar un buen rato. Así que quedamos en uno de mis locales favoritos. Todo salió mal. La mina estaba loca. Pero no loca normal o loca linda. Estaba loca en mala. Es una lástima pero reforzó el estereotipo que tengo contra las psicólogas. Todas de patio. Y es una lástima porque la única mujer que he conocido y se ve relativamente interesante también estudió esa carrera.

Estas locas no son feministas. Como que me dan pena porque tienen una imagen totalmente distorcionada de lo que significa ser hombre. En su imaginación la vida de los hombres es andar tomando y tirando sin ningún tipo de decoro. Este tipo de minas no sabe nada de nada pero da cátedra de todo. La loca en cuestión empezó a tomar un trago tras otro, como si eso fuese lo normal que se hace en una primera cita. Pero no señor, este tipo de loca de mierda cree que por ser una mujer "empoderada" tiene derecho a saltarse cualquier norma de comportamiento o decencia. Que por ser una mujer posmoderna tiene derecho a hacer todo lo que ella quiera. Me da asco. Nadie puede hacer todo lo que quiere. Si yo pudiese hacer lo que quisiera le andaría sacando la cresta a medio mundo y hubiese asesinado a un buen par de weones. Pero no puedo, no se debe matar gente. ´

En el pub la mina dio un jugo piola, en todo caso. No gritó ni se subió arriba de las mesas. Se dedicó a hablar mierda y lo patética que era su vida. En eso pudimos concordar, la mía no anda lo bien que hubiese esperado a estas alturas. Después de tres horas no agradables nos fuimos solo porque me puse pesado y le dije que me iba a ir nomás. Si quería que la llevase en auto se tenía que ir ahora. Por supuesto que pagó todos los tragos que se tomó. No intenté contradecirla ni ofrecerme a pagar toda la cuenta. No me preocupé si podía caminar o seguirme.

Llegamos al auto y me dijo que necesitaba un café. Pasé a comprarle uno para llevar. Cuando volví al auto me preguntó si yo tenía ganas de darle un beso. Le dije que no. Me preguntó si quería tener sexo con ella. Le dije que no. La mina en cuestión no era mala pero tampoco tan buena. Actuó como si por primera vez en su vida fuese rechazada. Que mierda se cree este tipo de minas. En su imaginación los hombres somos básicos y no podemos rechazar una oferta de sexo. Que se vaya a tomar por culo.

Manejé hasta su casa. No se quería bajar, me pedía específicamente que fuéramos a un motel. Después este tipo de mina es la weona que sale con #NiUnaMenos o las caricaturas ridículas sobre consentimiento sexual. Le dije que no unas veinte veces. No me iba a encamar con ella. Luego me preguntó si ya que yo no quería darle un beso, podía ella darme un beso a mi. Me dio pena y le dije que si. Empezamos a agarrar en la calle. Era jueves y pasada la 1 de la mañana no andaba tanta gente. Podían ser unos besos locos y listo. Pero empezó a desabotonarme la camisa, a soltarme el cinturón y meterse en mi cierre. Le dije que parara, que yo no quería. En estricto rigor, si la situación hubiese sido al revés, habría sido un intento de violación. 

Por enésima vez le dije que se bajara del auto. Me suplicaba que fuéramos a tirar a un motel. Como todas las locas debe ser bastante caliente en la cama. Pero ya he tirado con demasiadas locas. Estoy listo, no quiero más guerra. Le dije que ya no era divertido y que se bajara. Ella no lo podía creer, entreabría la puerta como haciendo que se iba a bajar, quizás pensando que yo iba a ceder y la iba a llevar al motel. Cuando finalmente entendió que no quería tirar con ella se calmó un poco y se bajó del auto. 

Espero no volver a saber de ella. Pero eso no resuelve el problema de cuantas locas de mierda pueden andar por ahí. Ya no soporto a ninguna mina que me venga a hablar del patriarcado ni ninguna de esas mierdas. Este tipo de loca de mierda es demasiado vulgar.

lunes, 23 de enero de 2017

Otro 23 de enero.

En estos últimos días he leído mucho, principalmente a Kant. Quizás se transforme en el filósofo de mi ser adulto. Es curioso, Schopenhauer exige como requisito para poder entender su propuesta filosófica el haber entendido previamente a Kant. Eso lo supe tarde, cuando ya había entrado en su filosofía, sin haber leído aún "El mundo como voluntad y representación". Quizás pase algunos años con Kant y luego pueda volver a Schopenhauer. Siempre hay que cuidarse del malvado Hegel.

El asunto es que hoy me enamoré dos veces. Osea, no es ese enamoramiento adolescente y fulminante sino que por casualidad me encontré con dos mujeres, una en la mañana y otra al atardecer, que me gustaron mucho. En otras circunstancias habría sido más atento, pero creo que me estoy volviendo rústico. Espero no convertirme en un roto maleducado, como Trump, pero como que tengo algo de desdén. Una actitud a la defensiva, de no pedir el teléfono, ignorar cualquier gesto que pudiera interpretarse como que yo les podría haber gustado a ellas. 

Hoy andaba vestido como si fuese a conocer al amor de mi vida. Bastante elegante. En la mañana conocí a F., muy linda. Santiaguina de voz relativamente ronca. Colegio SEDUC. ¿Debo asumir que es una fanática del Opus? ¿Cuánto se puede prejuzgar a una persona? Tiene 23 años. Era bastante bonita y no tenía la típica cara de caballo de las pitucas santiaguinas. Era ligeramente más baja que yo, pero con tacos seguro me pasa. Eso me gusta. En fin, era muy interesante, el punto en contra es que tenía un tatuaje y que nunca la voy a volver a ver.

Por la tarde me encontré con S., una sobrina de mi jefe. El no nos presentó porque asumía que ya nos habíamos conocido. Los dos dijimos que no, pero luego me acordé que sí la había saludado una vez. S. es más linda que F, andaba con un vestido de algún color entre rosado y rojo que seguro tiene un nombre que no conozco. Ella es sureña y tiene muy lindos rasgos. Es bastante más baja que yo y su vestido insinuaba una figura atractiva. Muy buen escote. Lo malo es que fuma. Encendió su cigarrillo cuando todos los otros fumadores habían terminado. Estaban volviendo al concierto en el que estábamos y yo fui galante por un instante, porque dije que la esperaba que se terminara el pucho. Se quedó un pariente de ella y otro tipo. Hablamos un par de generalidades y me corrigió sobre un río de la zona. Cuando volvimos a entrar ella iba a mi lado. Un amable guardia nos abrió una puerta y yo como que murmuré "pasa". Ni siquiera fue toda la palabra, sonó como "psssa". En fin, luego del concierto no la volví a ver, hasta que nos fuimos. Ella debe tener unos 24 o 25 años, estaba en el SUV estacionado al lado del mío, en el asiento de atrás. Su mamá o tía iba manejando. Y eso fue todo. La busqué en facebook y pensé en agregarla. Me la iba a jugar pero su configuración solo permitía mensajes. Además de bonita parece tener una rica vida interior. Eso es interesante.

Eso fue la parte buena del día. La parte más trágica fue darme cuenta de que estamos en un proceso grave de deterioro cultural. Convengamos que la cultura es artificial. Anti natural si se quiere. Por eso las costumbres varían de pueblo en pueblo. Durante el concierto, en un auditorio, andaba corriendo la hija de alguien. Una niñita de un par de años. ¿Por qué estaba ahí? Sus carreras fueron un distractivo. Podría apostar que sus padres no son malas personas. Ni idea quienes son, pero la buena fe se presume. Ahora, la interrogante es que pensaron cuando llevaron a una niña de unos tres o cuatro años a un concierto de música clásica, en un lugar cerrado. Yo pienso en el hombre primitivo que no conocía el pudor ni la privacidad. Cuando el mundo era solo de pastores o recolectores que vivían todos juntos. Ese mundo que ahora es idealizado pero que fue es una etapa entre el animal y el humano. Y como que nos estamos animalizando. La crítica a nuestra cultura ha dado paso a un desprecio por todo lo occidental. Schopenhauer pensaba que el ser humano es algo que no debe ser y por eso mismo deja de ser. Pero yo agrego que mientras seamos, vivamos como personas civilizadas.