lunes, 22 de julio de 2019

22.07.2019, pésimo día

El otro día me apareciste en instagram. Sugerencia, tenemos un par de contactos en común. Tu cuenta era privada, pedí seguirte y aceptaste. Fue bueno volver a saber de ti después de doce años. Ayer comenté una story que subiste, con un aplauso. Y ahora me has bloqueado. ¿Será como la otra vez? Cuando me decías que no sabías por que pasó eso, que quizás era el celoso de tu pololo.
No me debes nada, pero es muy raro. No vale. Habría sido genial saber de ti. Ha sido un día terrible y no tendrías por qué haberlo hecho mejor. Te pasaste.

El día no empezó nada de mal. A eso de las 7 am me había escrito mi amiga polaca, tenemos seis horas de diferencia. Estuvimos conversando un buen rato hasta que me tuve que ir al trabajo. A esa hora del día, estaba contento y expectante. Por tercera vez en mi vida había postulado a un trabajo, me avisaron que hoy confirmarían quienes pasarán a la segunda etapa. Podría haber respondido agradeciendo ese correo, pero era el acuse de recibo de mis antecedentes. Son las 18:58, asumo que no ha pasado nada. Pero bueno, en la mañana estaba feliz. Tenía este posible cambio de trabajo, volvería a Santiago y podría terminar una cita que quedó trunca en 2007. No pasó nada de nada, ni trabajo ni posibilidad de empezar a conversar. Y para peor, a media mañana tuve que pedirles a unos amigos que me devuelvan unas oficinas que les hemos arrendado. Es demasiado el abuso, pagan a lo amigo, tarde mal y nunca.





jueves, 18 de julio de 2019

12.12.2007

Tenías 20 años. Me abriste una puerta, pero no me atreví a entrar. Siempre me has parecido interesante.

Hoy tienes 32, instagram me sugirió tu perfil. Privado. Pedí seguirte y aceptaste. Cuando vuelva a Santiago te prometo que te invito a salir.