martes, 30 de enero de 2018

De alguna manera.

Ayer me junté con una amiga. Básicamente es la amiga que tengo en estos tiempos. Creo que la amistad entre hombres y mujeres es posible si es que no hay atracción física. Este en uno de esos casos, ella no me gusta. Es muy maciza y demasiado alta. Pero es inteligente y simpática.

El asunto es que me encuentro nuevamente frente a la pared. Un amigo que está participando en el futuro gobierno me preguntó si estaba disponible para aportar en una determinada área. Le dije que sí y de inmediato estoy trabajando en eso. Pero cada vez soy más escéptico. Entonces me pregunto cuál es el sentido de este esfuerzo. Si ya he decidido que Chile no tiene arreglo, ¿para qué esforzarse?

Con la doctora que conocí hace dos semanas no pasó nada. Nunca tuvo tiempo para que nos juntáramos, así que sería todo. Pero he quedado inquieto. A ratos me gustaría tener una relación seria. He vuelto a conversar con una amiga, no la veo hace años. En su momento me gustó bastante pero yo estaba pololeando. Ahora quedamos de juntarnos en cuanto vaya a Santiago.

Estoy mucho más pálido que de costumbre. Quizás sea anemia. Tengo la presión baja y mi doctora está de vacaciones. Llevo un par de noches sin dormir bien. Mejor dicho, sin dormir. A ver cómo ando hoy. Ayer no fui capaz de ir al gimnasio. Hoy pospuse unos trámites.

Estaba revisando pasajes para ir a Glasgow en julio, pero están muy caros y en esa fecha estaré tomando los exámenes de fin de semestre. Ya son las cinco de la tarde del 30 de enero y tengo una larga lista de cosas pendientes. Debería vestirme y salir de la casa. Pero ahora son las 18:15 y ahora leeré un rato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario